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Este chocolate negro recubierto con Sal de Garnacha es una de esas combinaciones que sorprenden desde el primer instante. La intensidad del cacao se une al toque delicadamente salino de una sal muy especial, obtenida mediante un cuidadoso proceso de evaporación de vino de Garnacha de Aragón. El resultado es un bocado elegante, con carácter, que juega con contrastes que funcionan a la perfección: dulzor profundo, notas afrutadas y ese punto crujiente que despierta el paladar.
El proceso artesanal con el que elaboramos cada tableta permite que la sal conserve todo el aroma del vino, aportando un matiz único que solo puede nacer del respeto a la tierra y a sus productos. Una mezcla que rinde homenaje a nuestra tradición chocolatera, a los vinos de nuestra región y a la búsqueda constante de sabores que emocionan.
Perfecto para disfrutar solo o regalar a quienes aprecian los detalles bien hechos.
Conservación: Mantener en ambiente fresco, entre 14 y 18 ºC
Consumo preferente: 12 meses desde la fecha de envasado,




