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Las almojábanas son uno de esos dulces que conservan intacta la esencia de nuestra historia. De procedencia árabe, fueron durante siglos un pastel típico de las fiestas de invierno, especialmente en las celebraciones de San Blas y San Valero. Con el tiempo, su popularidad creció tanto que hoy se disfrutan a lo largo de todo el año, convirtiéndose en uno de los productos más queridos de nuestro obrador.
Cada almojábana es una flor de masa escaldada, ligera, delicada y con ese toque artesanal que solo se consigue con manos expertas. En su interior esconde una crema pastelera natural, elaborada siguiendo una receta tradicional que mantiene intacto su sabor suave, fresco y lleno de matices. El resultado es un dulce tierno, aromático y absolutamente irresistible.
Perfectas para acompañar un café, compartir en familia o celebrar cualquier momento especial con un toque de tradición.




